Hace un mes fui a imprimir un curriculum de una amiga en la oficina y coloqué mi flamante macbookpro en un "equilibrio inestable" que concluyó en una caida sobre mi tobillo y a continuación sobre el suelo. Como consecuencia la pantalla se convirtió en un llanto y crujir de dientes.
Dias después el seguro me concedió una parte del total del presupuesto de reparación.
Aún así no desistí. Y tras mucho insitir en mi servicio técnico habitual me ofrecieron por 100€ más un portatil de segunda mano y de superiores caracteristicas al que poseía. Ahora tengo 2. Uno atado irremisiblemente a una pantalla externa, y otro que acaricio y mimo cada día mientras me resiento del dolor que perdura en mi tobillo.
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